Este curioso apodo fue dado a este caza terrestre , el Brabham BT46 , un engendro del memorable genio del diseño Gordon Murray. Su principal innovación consistía en acoplar un ventilador movido por el motor en la parte trasera del coche. En curva succionaba el aire que pasaba por debajo del F1 causando así un efecto ventosa. Además el ventilador poseía un mecanizmo de geometría variable que lo inhabilitaba en recta , para no quitar potencia al motor.
El coche era imbatible en curvas e imposible de adelantar , por las turbulencias que generaba.
Pero como todos estaríais esperando , la FIA prohibío este tipo de artefactos después de la primera carrera , por su eficacia. Ganó el 100% de las carreras disputadas.
1 comentario:
a claro, a un f1 asi como no lo iban a quitar xD no deja tranquilos a los demas carros seguro q debe haber una categoria de eso en piques
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